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Aguas de Albacete apuesta por el lavado de manos para salvar vidas

Agua y jabón. Dos elementos cotidianos que son vitales para hacer frente a la pandemia. Lavarse frecuentemente las manos, de forma meticulosa y durante al menos 20 segundos, es una recomendación sanitaria para toda la población. Un ritual cotidiano que hasta los más pequeños de la casa han interiorizado y han incorporado sin problemas a sus hábitos diarios. Según un estudio citado por UNICEF, lavarse las manos con jabón con regularidad puede reducir la probabilidad de infección por Covid-19 en un 36%.

El 15 de octubre es el Día Mundial del Lavado de Manos, instituido por Naciones Unidas en 2008. Esta conmemoración sirve para recordar que, en este año excepcional, más que nunca, el agua es un bien básico para la salud pública y el mejor aliado en la lucha contra el coronavirus y contra numerosas enfermedades que se previenen con una buena higiene de manos. Por ese y otros motivos el suministro de agua y el saneamiento fueron declarados servicios esenciales durante el confinamiento. 

Aguas de Albacete, agua de calidad para todos

La salud pública depende del acceso universal a los recursos hídricos seguros. Aguas de Albacete, comprometida con la mejora de la calidad de vida de las personas, ha integrado los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en su estrategia y plan de acción para lograr la erradicación de la pobreza extrema y garantizar el acceso universal al agua y al saneamiento de calidad.

El agua es un derecho universal y Aguas de Albacete actúa atenta a la máxima de Naciones Unidas de no dejar a nadie atrás, ofreciendo un abanico de ayudas (tarifas y bonificaciones sociales, flexibilidad en los pagos, entre otras) a las actualmente tienen acceso colectivos u hogares en situación de pobreza o exclusión social.  

Además, Aguas de Albacete ha impulsado varios proyectos en colaboración con entidades sociales para hacer frente a los efectos de la pandemia. Entre otros, con Cruz Roja Responde para atender a personas en situación de vulnerabilidad debido a la crisis sanitaria.

Salvaguardar el suministro de agua, garantizando la misma calidad sanitaria habitual, ha sido la prioridad también desde el inicio de esta crisis. Esta misión fue posible durante el confinamiento gracias a la vocación de servicio de sus trabajadores y trabajadoras. Algunos, que fueron llamados “guardianes del agua”, se confinaron en instalaciones estratégicas para asegurar su funcionamiento como es el caso de la Estación de Tratamiento de Agua Potable de Albacete. Se instalaron en autocaravanas de uso individual para minimizar el riesgo de contagio, permitiendo así que la población pudiera seguir abriendo los grifos de sus hogares para, entre otras cosas, lavarse bien las manos. Una vocación y una práctica que salva vidas.

Los cinco pasos para hacerlo bien

Lavarse las manos es una de las mejores formas de protegerse y de proteger a nuestra familia para evitar que se contagien. Para ello hay que seguir estos sencillos cinco pasos para garantizar un correcto lavado de manos:

  1. Mojarse las manos con agua corriente limpia (tibia o fría), cerrar el grifo y enjabonarse las manos.
  2. Frotarse las manos con el jabón hasta que haga espuma. Frotarse la espuma por el dorso de las manos, entre los dedos y debajo de las uñas.
  3. Restregarse las manos durante al menos 20 segundos.
  4. Enjuagarse bien las manos con agua corriente limpia.
  5. Secárselas con una toalla limpia o con un papel de un solo uso.