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Albacete ya bebe de la planta de ósmosis inversa

Con la puesta en marcha de la Planta de Ósmosis Inversa, Aguas de Albacete sigue llevando hasta los hogares un agua de calidad, en la que se ha trabajado, con eficiencia y pasión, para optimizar sus cualidades organolépticas.

El compromiso de Aguas de Albacete con la ciudadanía se traduce en la búsqueda de la excelencia en el agua del grifo. La Directiva del Parlamento Europeo relativa a la calidad de las aguas destinadas al consumo humano; y el Real Decreto por el que se establecen los criterios técnico-sanitarios de la calidad del agua de consumo, su control y suministro marcan como principales objetivos la protección de la salud de la población, el acceso universal al agua y la promoción del consumo de agua de grifo. Con la puesta en marcha de la planta de ósmosis inversa, damos cumplimiento a todos y cada uno de estos principios al incrementar la confianza de los ciudadanos en el agua de consumo de grifo.

 

¿Qué es la ósmosis inversa? 

La planta para la mejora de la calidad del agua de Albacete está basada en el principio de ósmosis inversa, un proceso de purificación del agua en el que se eliminan compuestos orgánicos e inorgánicos, partículas en suspensión e impurezas del agua. Para lograrlo, utiliza la tecnología de membranas que está especialmente diseñada para retirar del agua tratada algunos compuestos como los sulfatos, el calcio o el magnesio, que pueden aportar cierto grado de dureza y otros que aportan sabor al agua de la ciudad.

Estas membranas semipermeables, 1300 en total que están divididas en 3 racks o contenedores de membranas, están formadas por poliamidas, que prensadas unas contra otras, actúan como barrera de sales y moléculas inorgánicas, por lo que no dejan pasar a través de ellas nada más que agua, mejorando notablemente la calidad de la misma.

El resultado es un agua en la que se ha conseguido equilibrar aquellos componentes naturales que, aún siendo esenciales y saludables para el organismo, podían aportar algo de dureza al agua. 

La planta de ósmosis inversa de Albacete mejorará la calidad del agua de Albacete en lo que se refiere, sobre todo, a los parámetros organolépticos como el sabor y reducirá la dureza del agua. 

Además, la planta de ósmosis inversa es una excelente solución ante una situación de emergencia o sequía, en la que fuera necesario recurrir a los sondeos como fuente de suministro.

 

365 días cuidando de nuestra agua 

El agua producida por ósmosis inversa debe ser controlada por personal especializado, tanto en términos de calidad y composición, como en mantenimiento y puesta a punto de los equipos de la planta, por lo que sigue siendo innecesario contar con otro tipo de equipos interiores o individuales en los hogares o comunidades. 

La vigilancia y supervisión por profesionales de Aguas de Albacete, con gran experiencia en calidad del agua las 24 horas al día los 365 días del año, nos garantiza un agua equilibrada que responde a las características sanitarias y requisitos legislativos que marca la autoridad competente. 

Con la puesta en marcha de la planta de ósmosis, además, nos sumamos al movimiento “bebe agua del grifo”, con el que reducimos nuestra huella de carbono, logrando que nuestra ciudad sea mucho más sostenible, al disminuir el consumo de plástico y, por tanto, las emisiones de CO2 a la atmósfera.